miércoles, 22 de mayo de 2019

Elementos teóricos base de la propuesta, argumentada y debidamente citados desde normas APA.

Una persona con discapacidad auditiva se define como: “aquella que no puede escuchar normalmente debido a algún tipo de anormalidad en el órgano de la audición: el oído” (Belisario et al, 2010; p. 29). Sin embargo, esta condición sensorial, no es óbice para realizar actividades en cualquier ámbito, sino más bien son los elementos ambientales y sociales los que generan dicha condición y los que crean la barrera de exclusión. Las personas con discapacidad auditiva tienen los mismos derechos laborales que las personas sin una discapacidad expresa.Una de las diferencias entre ellos, es que los primeros no escuchan y tienen por lo tanto, necesidades diferentes como lo es el caso del lenguaje o forma de comunicación, diversidad lingüística que merece ser conservada, debido a que el idioma es la expresión viviente de la cultura humana y las diferentes lenguas del planeta expresan la pluralidad de la experiencia humana. En el caso de algunos sordos, una de las herramientas que utilizan para comunicarse es la Lengua de Señas, la cual favorece íntegramente el desarrollo de su inteligencia
Las personas con discapacidad auditiva, al igual que otras personas, requieren equidad de oportunidades para acceder en igualdad de condiciones a todos los servicios y programas que el Estado ofrece al resto de sus ciudadanos, de lo contrario se convierten en una carga social para el Estado y no pueden desenvolverse autónoma mente ni aportar al desarrollo socio-económico de la región. Por supuesto, hay que distinguir que históricamente el estudio de las personas con discapacidad ha sido desde el punto de visto clínico-patológico, buscando normalizarlas; lo que trajo consigo, estigmatizan y creación de barreras, principalmente actitudinales.
Un sordo no puede escuchar, pero pueden ver, por esto, el dialecto que usan para comunicarse es la Lengua de Señas, en la mayoría de las ocasiones, es decir, una combinación de movimientos manuales, gestos, expresiones faciales, corporales y espaciales que integran su lengua y le permiten adaptarse a su medio ambiente. De allí, que algunas personas con discapacidad auditiva no pueden hablar por teléfono convencional, pero lo pueden hacer por un teléfono de texto, no escuchar radio, pero logran saber las noticias a través del periódico, no escuchar la televisión o el cine, pero pueden acceder a la información si se cuenta con el servicio de interpretación en Lengua de Señas en la pantalla o leen los subtítulos respectivos.
Las personas con discapacidad auditiva o sordas como les gusta que los llamen, como concluyeron en el I Foro de Sordos (2013)., realizado en Mérida, Venezuela, ya que de esa manera no eluden la realidad en la que se encuentran inmersos, no son ni están enfermos, no necesitan ninguna droga o tratamiento para curarse, por lo que es incorrecto denominarlos como anormales, deficientes, discapacitados, minusválidos, inválidos o sordomudos, entre otros términos que lo que contribuyen es a subestimar sus múltiples capacidades. Solo usan una forma diferente de comunicarse, con el que pueden aprender, compartir, actuar y expresarse libremente, aunque algunos hablan, a pesar de no oír e, incluso otros, por la falta de reconocimiento como sujetos de derecho y por la privación social y educativa que han vivido, no han perfeccionado funcionalmente una lengua-idioma de comunicación


En consecuencia, la persona sorda, ubicada en la clasificación como una persona con discapacidad tiene el derecho a realizarse como persona a través del trabajo y permitiéndole generar su propio estilo de vida, afectando directamente al modo de cómo se percibe a sí mismo y al modo de cómo lo perciben y valora la comunidad en la que hace vida regularmente, adquiriendo así una valoración social positiva, mayor grado de libertad e independencia personal y fortalecimiento de su autoestima.













En consecuencia, la persona sorda, ubicada en la clasificación como una persona con discapacidad tiene el derecho a realizarse como persona a través del trabajo y permitiéndole generar su propio estilo de vida, afectando directamente al modo de cómo se percibe a sí mismo y al modo de cómo lo perciben y valora la comunidad en la que hace vida regularmente, adquiriendo así una valoración social positiva, mayor grado de libertad e independencia personal y fortalecimiento de su autoestima.
ORBIS Revista Científica Electrónica de Ciencias Humanas / Scientific e-journal of Human Sciences / PPX200502ZU1935 / ISSN 1856-1594 / By Fundación Unamuno / Héctor Florencio Martínez Pérez (2015) COMUNICACIÓN, DESEMPEÑO LABORAL Y DISCAPACIDAD AUDITIVA

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